
la Federación Sindical Marítima y Fluvial (FESIMAF) conducida por su Secretario Gneral Raúl Durdos expresado su profunda preocupación ante la inminente sanción de un decreto de necesidad y urgencia (DNU) que podría desencadenar la desaparición de la Marina Mercante Nacional. Este decreto, impulsado por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, plantea una serie de reformas que ponen en riesgo el empleo de más de 20,000 trabajadores directos en el sector marítimo.
La controversia gira en torno a la modificación de la Ley de Cabotaje, que permitiría que las tareas tradicionalmente realizadas por buques de bandera nacional sean ejecutadas por barcos con banderas extranjeras, tripulados por personal de otros países. Esta medida, según la FESIMAF, no solo amenaza la existencia de la Marina Mercante Nacional, sino que también precariza las condiciones laborales de los trabajadores argentinos.

“Estamos ante la desaparición de la Marina Mercante Nacional”, alertaron los gremialistas a las autoridades durante la reunión reciente con el Subsecretario de Vías Navegables, Iñaki Miguel Arreseygor. En este encuentro, se discutió un paquete de reformas que, según las autoridades, es aún más drástico que el texto que circula actualmente.
Sturzenegger ha defendido su propuesta, argumentando que “el cabotaje en Argentina tiene costos altísimos” y que es necesario realizar un “cambio espectacular en el régimen de navegación” que podría reducir costos entre un 30 y un 40 por ciento. Sin embargo, los representantes de la FESIMAF replican que la verdadera cuestión no radica en los costos, sino en la falta de una matriz de transporte nacional que ordene la Marina Mercante y los distintos sistemas de transporte.

El borrador del decreto también establece que la navegación con fines de transporte comercial y de carga debe garantizar un servicio mínimo del 50%, lo que pone en cuestión la capacidad de los gremios para organizar medidas de fuerza en defensa de los derechos laborales. “Seguramente buques de bandera panameña con tripulantes filipinos en estado de semi esclavitud son más económicos que los buques bajo pabellón nacional. Pero, a diferencia de la Marina Mercante Nacional, los buques de bandera panameña no pagan impuestos acá ni sus tripulantes gastan su dinero aquí”, argumentaron los defensores del sector.
Mariano Moreno, líder del gremio del centro de Patrones, enfatizó que “la Marina Mercante recibirá la puñalada final” si se implementan estas reformas. En consecuencia, la FESIMAF está exigiendo un encuentro cara a cara con el ministro Sturzenegger para exigirle explicaciones sobre sus decisiones y la dirección que tomará la política marítima del país.
La situación ha generado un fuerte clima de tensión en el sector, con los trabajadores marítimos en alerta ante la posibilidad de que sus derechos y su sustento se vean comprometidos. La próxima reunión con el ministro será crucial para determinar el futuro de la Marina Mercante Nacional y la estabilidad laboral de miles de argentinos que dependen de esta actividad. La FESIMAF se mantiene firme en su lucha por defender los intereses de sus afiliados y garantizar la permanencia de la flota nacional.