
El derrumbe industrial del 10% y el retroceso en el consumo marcan un escenario crítico en la provincia. Kicillof advirtió que el modelo libertario profundiza la recesión.
La economía bonaerense atraviesa un momento crítico. La producción industrial cayó un 10% en 2024, acompañada por el cierre de plantas emblemáticas como Cerro Negro en Olavarría y Ferrum en Pilar. En paralelo, el comercio minorista retrocedió más de 4% y la construcción se desplomó un 24% respecto al promedio 2021-2023.
Uno de los sectores donde más se exhibe esta situación es el metalúrgico, una industria madre que abastece a rubros fabriles clave, como automotor, metalmecánica, línea blanca (electrodomésticos) e insumos para la construcción. De acuerdo con el informe elaborado por el Departamento de Estudios Económicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), “la utilización de la capacidad instalada (del sector metalúrgico) es del 50,3 por ciento y también registró una disminución, ubicándose 5,6 puntos porcentuales por debajo del mismo mes del año previo y 9,4 puntos porcentuales debajo del promedio del 2023”.

En el análisis hacia el interior de la industria metalúrgica, podemos observar, nuevamente, una caída en todos los subsectores
El gobernador Axel Kicillof afirmó que el modelo libertario “profundiza la recesión y deja a la provincia ante un escenario crítico”, mientras que el ministro de Economía, Pablo López, advirtió que la política nacional “castiga a los trabajadores, destruye empleo y debilita el tejido productivo”.
Los gremios denuncian que los salarios públicos no logran seguir el ritmo inflacionario. Las ventas en supermercados marcaron en junio el peor nivel en diez años, con caídas que llegan al 10,8% en el Gran Buenos Aires y derrumbes de dos dígitos en rubros básicos como bebidas y alimentos.
El deterioro golpea principalmente a las pymes, que enfrentan falta de financiamiento y reducción de turnos, en un escenario de recesión extendida.