
La protesta semanal terminó con gases, golpes y un detenido un nuevo episodio de violencia institucional se vivió este miércoles frente al Congreso de la Nación, cuando efectivos de seguridad a cargo de la ministra Patricia Bullrich avanzaron con gases y escudos contra jubilados que se manifestaban pacíficamente por sus haberes.
En ese contexto los adultos mayores sostienen desde hace meses protestas todos los miércoles en rechazo a las “políticas de miseria” aplicadas por el gobierno de Javier Milei. Sin embargo, la jornada terminó con violencia: la policía lanzó gases lacrimógenos directamente al rostro de los manifestantes y al menos un jubilado fue detenido.

Para disuadirlos se organizó un gigantesco operativo que pretendió disuadir inicialmente a partir del temor que provocaban los policías armados, pero que no consiguió amedrentar a nuestros viejos, que luego de una larga vida de trabajo y sacrificio no tienen demasiado para perder a esta altura de sus vidas: destruidos sus ya magros ingresos, recortados considerablemente sus prestaciones y reducida sustancialmente la lista de medicamentos de acceso gratuito.
«La represión contra los jubilados que intentaron manifestarse frente al Anexo del Congreso exhibió una crueldad impropia de una democracia. El costo de cada uno de los gases lacrimógenos utilizados contra ellos equivalía al de una jubilación mínima. ¿Cómo es posible que falten recursos para los más vulnerables, pero abunden para reprimir al pueblo? ¿En qué momento renunciamos a nuestro derecho a protestar, a la defensa de nuestros derechos constitucionales y a una vida digna? El gobierno de Javier Milei actúa más como una fuerza de ocupación que como garante del orden democrático.»

“Nos golpean y en el Congreso tienen un narco”
La bronca de los jubilados no solo se dirigió contra la represión, sino también hacia la política oficial.
“Nos golpean a nosotros, que pedimos dignidad, y adentro del Congreso tienen un narco como Espert”, denunció Hugo, de 74 años.
“Lo único que pedimos es poder comprar los remedios y comer, pero nos tratan como enemigos”, agregó Oscar, de 73.
“Traemos nuestras pancartas y banderas, pero ellos responden con palos y gases. Es inhumano”, afirmó Marta, de 69.
Los organizadores ratificaron que las marchas continuarán cada miércoles, pese a la represión.