
En ese marco, se hicieron presentes dirigentes de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), la Confederación Sindical de Trabajadores de los Medios de Comunicación Social (Cositmecos) y la Confederación Argentina de Trabajadores del Espectáculo Público y Afines (CATE).
Cabe señalar que el propósito principal de la reunión fue trazar una estrategia de defensa de las empresas estatales frente a los planes de desmantelamiento del Gobierno, que han afectado a sectores como la agencia de noticias Télam, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), ferrocarriles y transporte naval.
Durante la cumbre, los representantes sindicales expresaron su solidaridad con los trabajadores de Télam y coincidieron en la necesidad de continuar trabajando de manera conjunta para ampliar la defensa a otras actividades estatales afectadas por las políticas gubernamentales.
El encuentro fue liderado por uno de los triunviros de la CGT, Héctor Daer, y contó con la participación destacada del secretario general de la CATT, Sergio Sasia.
Al finalizar la reunión, se informó que el objetivo principal fue el de discutir, intercambiar ideas y establecer una estrategia común ante las políticas emanadas desde el poder Ejecutivo que impactan en las empresas estatales. La unión y colaboración entre las organizaciones gremiales en defensa de los puestos de trabajo y la continuidad de las empresas bajo la órbita estatal fue resaltada como un paso fundamental en la lucha contra el cierre de compañías y en la protección de los derechos laborales de los trabajadores.
Además se atención por la situación de Télam, remarcando «la importancia de la agencia para la comunicación e información independiente».
Por último, todos los presentes acordaron establecer «una agenda común y seguir trabajando en conjunto».
Además La posición de los gremios tiene su origen, especialmente, en la decisión de Javier Milei de decidir el cierre de Télam, que este lunes tuvo sus puertas valladas y custodiadas por efectivos de la Policía de la Ciudad y la Policía Federal.
Por el momento, los 700 empleados quedaron «a disponibilidad», licenciados con goce de sueldo por una semana, pero sin la posibilidad de cumplir.