
La movilización de este miércoles tuvo menor concurrencia, pero el reclamo sigue firme: los jubilados denuncian que sus ingresos reales siguen bajo la línea de pobreza. El despliegue policial fue voluminoso, aunque no hubo enfrentamientos ni detenciones.
La protesta semanal de jubilados frente al Congreso de la Nación volvió a realizarse este miércoles en Buenos Aires, con menos participantes que en ocasiones anteriores.
La consigna central: la urgente actualización de los haberes y una revisión de las políticas económicas implementadas durante la gestión de Javier Milei.En términos reales, muchos jubilados atraviesan una pérdida sostenida de poder adquisitivo. Por ejemplo, la jubilación mínima sin el bono adicional está muy por debajo de la línea de pobreza, y solo al sumarse el bono de 70.000 pesos —que se halla congelado desde marzo de 2024— el haber combinado llega a $379.294, superando apenas la Canasta Básica Total estimada en $359.425.

Asimismo, ese bono extra sufrió una caída real del 40 % frente a la inflación desde marzo de 2024, lo que atenta contra su eficacia como suplemento para reparar la merma en el poder de compra. En el caso de los jubilados que perciben ingresos superiores a la mínima, se afirma que hubo un aumento real cercano al 15 % desde diciembre de 2023, pero ese crecimiento no se aplica al grueso de los jubilados de menores ingresos. El operativo de seguridad desplegado entre distintas fuerzas fue notablemente superior en número a los manifestantes, con vallados y presencia policial estratégica. Aun así, la jornada transcurrió con un clima de tensión moderada, sin registros de enfrentamientos ni detenciones, según fuentes oficiales.
Por otra parte los organizadores confirmaron que mantendrán las movilizaciones semanales hasta lograr que el gobierno atienda los reclamos previsionales con medidas concretas.