
Héctor Oscar Tallarico es un nombre que resuena con fuerza en el mundo del cine en Pehuajó. Desde sus primeros años, cuando apenas contaba con 11 años, comenzó a coleccionar películas, proyectores y todo tipo de artefactos relacionados con el séptimo arte. Hoy en día, su sueño se ha materializado en el Museo del Cine de Pehuajó, un espacio que atesora una rica historia cinematográfica y que se ha convertido en un punto de encuentro para los amantes del cine en la región.

La historia de Héctor es similar a la de muchos apasionados del cine, quienes encuentran en las películas un refugio y una fuente de inspiración. Desde su infancia en los años 70, cuando Pehuajó contaba con varios cines, Tallarico comenzó a trabajar en el sector, aunque jamás lo consideró un empleo formal. “Aunque el cine no fue mi profesión, siempre estuvo y está en mi vida”, confiesa con la emoción reflejada en su voz. A lo largo de los años, fue acumulando una valiosa colección que incluye unas dos mil cintas de 35 mm y más de 400 películas,fotografías argentinas, así como proyectores y otros objetos históricos.
El Museo del Cine de Pehuajó, inaugurado hace apenas cinco años, se ha convertido en un espacio fundamental para preservar la memoria cinematográfica. Tallarico ha dedicado su tiempo y esfuerzo a mantener y enriquecer este lugar, donde los visitantes pueden disfrutar de proyecciones de películas clásicas y descubrir la historia del cine a través de una impresionante colección de artefactos. “Esperando la carroza” y “Manuelita” son solo algunas de las películas que han resonado en su sala, un espacio que se llena de nostalgia y alegría cada vez que se proyecta un film.
La historia de cómo se creó el museo es igualmente fascinante. Luego de 37 años de trabajar en un banco en Buenos Aires, Tallarico decidió que era el momento de dar un paso adelante y compartir su pasión con la comunidad. Con la ayuda de amigos y donaciones de antiguos cines, comenzó a estructurar su colección y a dar forma a su sueño. “Es sorprendente ver los equipos que disponían en esos magníficos cines”, comenta sobre las máquinas que ahora forman parte de su museo.

El museo no solo alberga películas y proyectores, sino que también resguarda una serie de reportes de noticias datados entre las décadas de 1950 y 1980, una forma única de revivir la historia a través del cine. Entre sus tesoros, destaca el quinetoscopio, un dispositivo inventado por Thomas Edison, que representa los inicios de la proyección cinematográfica.A pesar de la riqueza de su colección, Tallarico siente que el espacio se queda pequeño y no descarta la posibilidad de mudarse a un lugar más amplio en el futuro. Sin embargo, su compromiso por mantener el museo accesible se mantiene firme; todas las actividades y proyecciones son libres y gratuitas, un acto de generosidad que busca acercar la magia del cine a todos.

En palabras de Héctor Oscar Tallarico, “esta pasión necesita ser reconocida y conocida. El cine lo merece”. Con cada proyección y cada visita, el Museo del Cine de Pehuajó sigue escribiendo su propia historia, un legado que perdurará en el tiempo y que continuará inspirando a nuevas generaciones de amantes del séptimo arte.

*El Museo del Cine está ubicado en Domínguez 338, Pehuajó, y abre de viernes a domingos desde las 18:00. La programación de actividades se puede consultar en su página de Facebook e Instagram: Museo del Cine Pehuajó.*