
Esta semana, un nuevo miércoles trajo consigo una manifestación significativa en las afueras del Congreso de la Nación,dónde los jubilados se reunen para expresar su descontento ante el veto reciente del presidente Javien er Milei a las leyes que buscaban incrementar sus haberes.
En ese contexto con una economía cada vez más difícil, los jubilados demandan al gobierno no solo un aumento en sus pensiones, sino también la revocación del veto que ha generado una ola de descontento.
Las primeras horas de la tarde vieron la llegada de varias columnas de diferentes agrupaciones, abarcando desde jubilados afectados por la situación hasta jóvenes que decidieron unirse en apoyo a la causa. A pesar de que la zona del Congreso no estaba vallada, se desplegó un gran operativo policial con la presencia de Gendarmería y la Policía Federal, con el objetivo de controlar la multitud y evitar que la protesta se desplazara a otras áreas.

Durante la manifestación, un jubilado de 88 años, conmovió a los presente al compartir su dura realidad: «Hay veces que no tengo para comer», expresó entre lágrimas. Su situación refleja el grito desesperado de muchos, quienes sobreviven con dificultades y dependen de la solidaridad de otros para poder costear alimentos y medicamentos. «Este gobierno no existe, son sinvergüenzas», expresó, apuntando directamente a la gestión del presidente Milei, a quien calificó de «bestia» por no cuidar a los jubilados.

Otro testimonio destacado fue el de una mujer jubilada, quien afirmaba que con el actual gobierno «no se vive, se sobrevive». Aunque se mostraba algo mejor que otros en su situación gracias a su jubilación mínima y la pensión, también se quejaba de las expensas de su departamento. Estos relatos reflejan la cruda realidad que enfrentan muchos jubilados en Argentina, un grupo que, a pesar de haber trabajado toda su vida, se siente desprotegido y olvidado por la actual administración.
Cabe destacar que el veto a las leyes 27.791, 27.792 y 27.793, que había sido aprobado por el Congreso, se justificó por el Ejecutivo bajo la premisa de la falta de financiamiento suficiente y supuestas irregularidades en el proceso parlamentario. Esto ha dejado a miles de jubilados en una posición vulnerable, sin el apoyo que habían esperado del gobierno.
Con dos detenciones registradas durante la manifestación y sin mayores enfrentamientos, la protesta se mantiene como un recordatorio de la lucha continua por los derechos de los jubilados en Argentina. La comunidad sigue unida en esta demanda, esperando que sus voces sean escuchadas y la situación cambie para mejorar su calidad de vida.