
El lider de Camioneros Hugo Moyano blanqueó su distanciamiento personal y político con Pablo Moyano y se mostró decidido a sostener la unidad en la CGT a través de un triunvirato.
El paso de Hugo Moyano por el Confederal de la CGT dejó definiciones que combinan política sindical y cuestiones personales. El camionero respaldó la idea de mantener un triunvirato en la conducción de la central, al considerar que “funcionó bien”, y al mismo tiempo volvió a exponer su ruptura con Pablo Moyano.

“Creo que tiene que seguir siendo así, con tres compañeros, porque eso fortalece la unidad. Tenemos que hacer un esfuerzo todos, aunque digamos las cosas que tengamos que decir, pero estar juntos, porque si logramos la unidad, vamos a conseguir una buena elección”, enfatizó el líder camionero.
La unidad sindical, dijo, es la clave para resistir las políticas de ajuste y garantizar conquistas para los trabajadores. Pero el discurso viró al terreno familiar cuando lanzó munición pesada contra su hijo:

“Uno de los secretarios generales se retiró de la CGT. Ustedes deben recordarlo. Yo lo recuerdo. Mi hijo Pablo. Porque tenía una forma un poco más dura, porque no entendía que había cambiado esta sociedad”.
Y agregó, con tono de reproche personal:
“Como ustedes saben, alguien de mi familia visitó a Cristina. Imagínense cómo nos cayó. Pablo la fue a visitar y ni me llamó por el Día del Padre”.

El vínculo roto entre padre e hijo viene desde 2021, cuando Pablo cuestionó la gestión de la obra social sindical. Desde entonces, Hugo lo desplazó de la Federación y redujo su influencia en Camioneros, mientras consolidaba alianzas con sectores más moderados de la CGT.
El episodio abre interrogantes sobre el futuro de la familia Moyano en la conducción sindical: mientras Hugo refuerza su línea con sus otros hijos, el “número dos” histórico de Camioneros quedó cada vez más relegado.
