
La Policía de la Ciudad se encuentra en el centro de un escándalo tras la detención de una oficial acusada de posible complicidad en la fuga de dos presos de la cárcel de Contraventores, ubicada en el barrio porteño de Nueva Pompeya.
En ese contexto la detención se produjo el domingo, mientras la uniformada realizaba sus tareas habituales, pero la noticia trascendió este lunes cuando el ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, la hizo pública.
La oficial de policía está vinculada directamente con la fuga de Darlin Javier Polanco Agüero, de 32 años, condenado por homicidio, y de Dilson Eduardo Polanco Muñoz, de 35 años, un ciudadano dominicano que había sido detenido por la División de Investigaciones Antidrogas IV. Este último había aceptado su culpabilidad en un juicio abreviado y fue condenado a cinco años y medio de prisión. Mientras que Polanco Agüero continúa prófugo, Polanco Muñoz fue recapturado recientemente en Paraguay.
Según fuentes del caso, la oficial habría establecido un vínculo con uno de los reos, lo que levantó sospechas sobre su conducta. Las imágenes de las cámaras de seguridad en la cárcel revelaron un momento clave: durante la fuga, se puede ver al reo saludando a la oficial, quien le responde con un gesto. Este intercambio ha sido interpretado como una señal de complicidad, lo que llevó a las autoridades a arrestarla.
La situación ha generado una fuerte conmoción tanto en el ámbito de la seguridad como en la opinión pública. La confianza en las fuerzas de seguridad se ve afectada por este tipo de incidentes, que ponen en duda la integridad de quienes están encargados de proteger a la ciudadanía. El ministro Wolff, al comunicar la detención, destacó la importancia de investigar a fondo este caso y aseguró que no se tolerará ninguna conducta que comprometa la labor policial.
Además, la recaptura de Polanco Muñoz en Paraguay pone de relieve la complejidad de la situación y los desafíos que enfrentan las fuerzas de seguridad para controlar a los delincuentes fugados. La colaboración entre las distintas jurisdicciones será vital para garantizar que los prófugos sean llevados ante la justicia.
Se espera que la oficial detenida enfrente un proceso judicial que determinará su grado de responsabilidad en la fuga. Las autoridades han reiterado su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas dentro de la fuerza policial, enfatizando que cualquier miembro de la institución que actúe de manera ilícita será sancionado.