
Un grupo de pequeñas y medianas empresas se congregó frente al Congreso de la Nación para expresar su rechazo al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). En un gesto de unidad y protesta, los industriales fueron recibidos por legisladores opositores, quienes intervinieron para que fueran incluidos en el debate en comisiones por la Ley Bases.
El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, destacó la importancia de la reunión con los senadores José Mayans y Nora Jiménez, a quienes entregaron un documento detallando los puntos críticos que impactarían en la industria nacional Pyme. Rosato anunció que se reunirán nuevamente el próximo jueves para discutir la problemática y plantear las necesidades del sector para mejorar su competitividad.
Asimismo al ser consultado por este medio sobre el proyecto RIGI sostuvo es «desleal e injusta» para el sector pyme industrial y sostuvo que si avanza, podría provocar el cierre de miles de fábricas en Argentina Rosato argumentó que la apertura indiscriminada de importaciones es perjudicial para las pymes locales dado que no pueden competir debido a los altos costos internos.
Además, alertó sobre la posible pérdida de más de 300.000 puestos de trabajo en lo que resta del 2024: «Lo que se está haciendo, con la apertura de importaciones, significa el cierre de miles de empresas que vamos a tener de acá a fin de año y más de 300.000 puestos de trabajo que van a quedar en la calle».
A su vez Tras haber sido excluido inicialmente del listado de oradores en el Senado, Daniel Rosato participará este jueves en el debate en comisiones, presentando un documento elaborado por los empresarios Pymes industriales con propuestas de modificación al capítulo sobre grandes inversiones.

El rechazo al RIGI se fundamenta en su carácter «injusto» y «desleal» para las Pymes, colocándolas en desventaja ante los beneficios otorgados a inversores extranjeros. Rosato alertó sobre el impacto negativo que tendría la aprobación de este régimen en el tejido fabril nacional, dejando a las Pymes «desamparadas» frente a la competencia extranjera y al riesgo de desaparición del sector manufacturero.
Durante la manifestación, se hizo hincapié en la imposibilidad de competir debido a los altos costos de insumos, energía y carga impositiva que afrontan las Pymes en comparación con la industria internacional. El llamado a no abrir las importaciones y a proteger la industria nacional resonó en la protesta frente al Congreso Nacional.

Por otro lado, el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Katopodis, se unió a la causa de las Pymes, promoviendo una marcha en defensa del sector bajo el lema “Sin PyMEs no hay desarrollo”. Katopodis subrayó la importancia de movilizarse para proteger la industria nacional y el empleo argentino en un momento crucial para el futuro del país.
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones, resistido por las Pymes, busca atraer inversiones que superen los 200 millones de dólares ofreciendo incentivos fiscales, aduaneros y cambiarios. La iniciativa gubernamental tiene como objetivo generar un ambiente propicio para la llegada de capitales extranjeros y nacionales, pero ha despertado preocupación y rechazo en el sector Pyme, que lucha por preservar su lugar en la economía nacional.