
miles de fieles se movilizan hacia el santuario de San Cayetano en Liniers, una tradición que combina fervor religioso con la necesidad de expresar reclamos sociales. Este año, bajo el lema «San Cayetano, danos fuerzas para caminar con esperanza», el templo abrió sus puertas desde la medianoche, recibiendo a peregrinos que buscan paz, pan y trabajo.
En ese contexto la misa central, presidida por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, tuvo lugar a las 11. Durante su mensaje, el arzobispo abogó por la reconciliación en Argentina, instando a “salir del chiquero de las descalificaciones y del odio” para construir un futuro mejor.

Simultáneamente, la jornada fue acompañada por la movilización de la CGT, las dos CTAs y movimientos sociales agrupados en la UTEP, quienes marcharon hacia la Plaza de Mayo para defender el empleo y criticar las políticas del gobierno. Con el lema “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo”, la protesta busco visibilizar la precariedad laboral y otros problemas sociales que afectan a los argentinos.
En ese sentido las columnas de manifestantes partieron de Liniers, con una parada en la plaza de Flores en homenaje al papa Francisco. La cúpula de la CGT se sumaro en Diagonal Sur para apoyar el tramo final de la marcha. La convocatoria, liderada por Alejandro Gramajo, resalta la necesidad de unidad ante un modelo que busca dividir a la sociedad.

La protesta tiene un fuerte componente político, con un acto final en la Casa Rosada donde se esperan críticas contundentes hacia la gestión de Javier Milei.
Los movilizados denuncian el deterioro de la economía popular, el empobrecimiento de jubilados, el cierre de empresas y el desfinanciamiento de la educación y salud públicas, poniendo de relieve un descontento generalizado que exige ser escuchado en un contexto de creciente incertidumbre social.
Cabe señalar que movilización culminó en la Plaza de Mayo, dónde se leyó la CGT leyó el documento titulado “La inclusión y el bien común contra la cultura del descarte”, en el que se señala: “Como representantes de las demandas sociales, no podemos resignarnos a ver cómo crecen la desigualdad, la precarización y la fragmentación del tejido productivo y social de nuestro país, aumentando la inequidad social”. Y agrega: “El trabajo no es un privilegio, es un derecho,es pilar de la dignidad humana y ordenador social, como fuente de derechos».
El ajuste económico no debe basarse en la destrucción del empleo o en el deterioro de su calidad. No avalamos políticas que recorten derechos laborales, que le pongan cepo a las paritarias libres o que desmantelen el Estado en nombre de una supuesta eficiencia”. Así advierte uno de los párrafos centrales del documento elaborado por la CGT que fue leído en la Plaza de Mayo como cierre de la marcha de San Cayetano contra el Gobierno, con la consigna “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo”.
Cabe señalar que la protesta, celebración de San Cayetano trasciende la religión y se convierte en un símbolo de esperanza.